Irlanda está a punto de aplicar su impuesto sobre los e-líquidos, previsto desde hace tiempo, con importantes consecuencias para los vapeadores adultos. Programado para entrar en vigor el 1 de noviembre, el Impuesto sobre Productos Líquidos Electrónicos (EPT) es el primer paso importante en la estrategia más amplia del gobierno para frenar el mercado del vapeo. A esta iniciativa pronto le seguirán la prohibición de los vaporizadores desechables y restricciones significativas sobre los sabores.

Esta entrada del blog desglosará los detalles de este nuevo impuesto, lo comparará con otros países de la UE y analizará el razonamiento del Gobierno en el que se basa la nueva normativa.

¿Qué es el nuevo impuesto irlandés sobre el vapeo?

El Gobierno irlandés gravará con un impuesto de 0,50 euros por mililitro todos los e-líquidos, independientemente de que contengan nicotina o no. Esta tasa fija aumentará drásticamente el precio de los productos de vapeo para los consumidores.

Para los usuarios de vaporizadores de sistema abierto, se prevé que el coste de una botella de 10 ml de e-líquido -el tamaño máximo permitido por la legislación de la UE- casi se duplique. Los precios de todos los vaporizadores desechables y sistemas de cápsulas precargadas también experimentarán un aumento sustancial, lo que hará que el vapeo sea una opción mucho más cara para los adultos que buscan alternativas a los cigarrillos de combustible.

Este impuesto se recaudará a nivel mayorista o minorista y se pagará mensualmente. Los Revenue Commissioners ya han publicado directrices detalladas para los proveedores sobre los procedimientos de registro y declaración para garantizar su cumplimiento.

Uno de los tipos impositivos más altos de la UE

Con este nuevo impuesto, Irlanda tendrá uno de los tipos impositivos más altos de la Unión Europea. Sólo la superará la pequeña nación de Montenegro, que impone un gravamen de 0,90 euros por mililitro. Esto sitúa a Irlanda como uno de los países más caros para los vapeadores de todo el bloque.

El EPT se anunció inicialmente como parte del Presupuesto 2025 de Irlanda el otoño pasado, con un lanzamiento previsto para mediados de 2024. Sin embargo, la aplicación sufrió varios retrasos y, hasta el mes pasado, los funcionarios no estaban seguros de si el impuesto comenzaría antes de 2025. Ahora se confirma la fecha del 1 de noviembre.

¿Por qué introduce el Gobierno este impuesto?

La razón que aduce el Gobierno para aplicar este impuesto es reducir el consumo de vapeo entre los jóvenes. Y ello a pesar de que hace menos de dos años que se estableció un límite de edad legal para la compra de productos de vapeo.

En un comunicado de prensa, la Secretaria de Estado Jennifer Carroll MacNeill declaró: “No conocemos los daños a largo plazo de los productos de vapeo, y la mayoría contienen nicotina, que es altamente adictiva. Proteger a los niños y a los jóvenes de estos productos es una prioridad para este Gobierno, y esta medida complementará el trabajo que está llevando a cabo actualmente mi Departamento.”

Explicó además que el impuesto apoya esfuerzos más amplios para hacer el vapeo menos atractivo y accesible a los adolescentes. Estos esfuerzos incluyen la próxima legislación que restringirá el envasado, los sabores y la publicidad al por menor, junto con una prohibición total de los vaporizadores desechables.

Con esta medida, Irlanda se sitúa entre los aproximadamente 50 países del mundo que han aplicado algún tipo de impuesto especial a los productos de vapeo.

Nuestro veredicto

La introducción del EPT supone un cambio significativo en el enfoque irlandés del vapeo. Aunque el objetivo declarado es proteger a los jóvenes, la amplia aplicación de este impuesto tendrá un impacto financiero considerable en los vapeadores adultos que han dejado los cigarrillos tradicionales. Un tipo impositivo de 0,50 euros por mililitro es agresivo y convertirá a Irlanda en uno de los lugares más caros de la UE para comprar e-líquidos.

Para los consumidores adultos, esto significa prepararse para un aumento significativo de los precios en todos los tipos de productos, desde los e-líquidos embotellados hasta los vaporizadores desechables. A medida que el gobierno avanza con restricciones adicionales sobre sabores y dispositivos, el panorama del vapeo en Irlanda se vuelve mucho más difícil.