El director de la división de tabaco de la FDA ha indicado que la agencia podría aprobar los vaporizadores de sabores, una medida que podría remodelar el mercado estadounidense. Según las declaraciones de Bret Koplow, director en funciones del Centro de Productos del Tabaco (CTP) de la FDA, la agencia podría autorizar más productos de cigarrillos electrónicos en un futuro próximo. Esto sugiere un posible cambio en el panorama normativo para los vapers adultos.

Durante una conferencia sobre política de tabaco y nicotina organizada por el Food and Drug Law Institute (FDLI), Koplow expresó su apoyo a “promover enfoques de reducción de daños del tabaco para reducir el tabaquismo”. Esta declaración fue compartida a través de un post en X (antes Twitter) por Cliff Douglas, un veterano líder en el control del tabaco. Este sentimiento apunta a un enfoque más abierto por parte de la agencia, que históricamente ha sido restrictiva.

Lo más significativo de esta evolución es la posibilidad de que se aprueben nuevos productos. La lista de productos de vapeo autorizados por la FDA es actualmente muy corta, sin más sabores que tabaco y mentol, y sin e-líquidos embotellados. Esta limitada selección ha sido un punto de frustración para muchos vapeadores adultos que confían en los productos aromatizados para mantenerse alejados de los cigarrillos combustibles.

Un “cambio significativo” en el tono de la FDA

Según Douglas, Koplow incluso “apoyó con cautela la posibilidad de autorizar la venta de una mayor variedad de cigarrillos electrónicos de sabores”. Esta es una desviación importante de la postura anterior de la agencia. Durante la administración Trump, el CTP aprobó solo un dispositivo de vape, el JUUL, junto con sus vainas con sabor a tabaco y mentol.

En su post, Douglas también señaló que Koplow “hizo hincapié en la necesidad de un ‘mercado legal’ de sólo productos autorizados y de menor riesgo, acompañado de una aplicación robusta”. Sin embargo, para que esto sea efectivo, Douglas sostiene que la FDA “debe agilizar y acelerar drásticamente su proceso de revisión y autorización y permitir un mercado verdaderamente robusto. De lo contrario, el mercado no regulado prosperará y todo quedará en palabrería”.”

Es importante distinguir entre las declaraciones de Koplow y la interpretación de Douglas, ya que Douglas es un conocido defensor de ofrecer a los adultos una amplia gama de opciones de vapeo. Aun así, el hecho de que un funcionario de la FDA hable de la reducción de daños y de los vaporizadores de sabores en una conferencia pública es una señal positiva para el sector y para los consumidores que buscan alternativas al tabaco. Otros asistentes a la conferencia FDLI también confirmó un “cambio significativo” en el tono del director en funciones.

Sin embargo, conviene mantener la cautela. La comunidad vapeadora ya se ha visto defraudada por promesas de un proceso “racionalizado” de la FDA que nunca se materializó. El cambio real podría estar aún muy lejos, aunque la intención esté ahí.

¿Apoyará el Comisario Califf la reforma?

Las declaraciones de Koplow contrastan con las del comisario de la FDA, Robert Califf. Califf ha criticado duramente a la industria del vapeo, a menudo difundiendo información errónea sobre las tasas de vapeo entre los adolescentes y las tiendas de vapeo, y abogando por la represión de los negocios de vapeo independientes. Durante su audiencia de confirmación en el Senado, prometió aplicar “toda la fuerza del gobierno de EE.UU.” a los vapeadores ilegales, una promesa que ha cumplido.

Desde que Donald Trump asumió el cargo, la FDA ha emitido al menos 40 órdenes de denegación de comercialización (MDO) a empresas estadounidenses, impidiéndoles vender e-líquidos y otros productos vaping. Es probable que el número real de MDO sea mucho mayor, pero la FDA dejó de publicar una lista pública de estas denegaciones en su sitio web CTP a partir del 19 de agosto.

Fuentes internas de la industria informan que las medidas enérgicas de la administración Trump contra los “vapeadores chinos ilegales” se han expandido a un esfuerzo más amplio contra todos los dispositivos de vapeo fabricados en China. Los funcionarios de aduanas y fronteras de la FDA han comenzado a confiscar cualquier producto de vapeo procedente de China, incluidas las vainas recargables y los mods destinados a ser utilizados con e-líquidos fabricados en Estados Unidos.

En septiembre, Califf autorizó redadas en cinco distribuidores de vapeadores y seis minoristas de siete estados. Durante estas operaciones, la FDA, junto con la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y el Servicio de Alguaciles de EE.UU., se incautaron de más de 2,1 millones de productos considerados “ilegales”. Los artículos incautados no se limitaban a vapes desechables no autorizados procedentes de China, que Califf ha descrito como una “amenaza para la seguridad nacional”. También incluían e-líquidos embotellados de pequeños fabricantes estadounidenses, algunos de los cuales tenían solicitudes de precomercialización de tabaco (PMTA) pendientes con la agencia.

Califf ha declarado que estas redadas son sólo el principio. “Tenemos que ir a por todo”, dijo a un periodista de National Press. “Tenemos que golpear las redes de distribución”. Tras meses de esta agresiva postura contra el vapeo, es difícil imaginar que el comisario Califf de repente dé marcha atrás y apruebe un proceso de revisión simplificado para las solicitudes de vapeo con sabores.

Un futuro incierto

Para los vapers adultos, esta noticia crea un panorama complicado. Por un lado, el director en funciones del CTP está debatiendo abiertamente la posibilidad de autorizar más productos aromatizados, reconociendo el papel de la reducción de daños. Esto ofrece un rayo de esperanza de que la FDA podría finalmente estar escuchando a la ciencia y las necesidades de los consumidores.

Por otro lado, el Comisario de la FDA parece decidido a intensificar su ofensiva contra el sector. Las agresivas medidas coercitivas y la retórica anti-vapeo de los altos cargos crean un clima de miedo e incertidumbre tanto para las empresas como para los consumidores.

¿Prevalecerá el enfoque más comedido de Bret Koplow, que conducirá a un marco regulador más sensato? ¿O seguirá dominando la línea dura del Comisario Califf, empujando a más consumidores hacia un mercado no regulado? Sólo el tiempo lo dirá. Por ahora, la comunidad de vapeadores sólo puede observar, esperar y confiar en que el “cambio significativo” de tono conduzca a una acción significativa.