Cuando se trata de fumar, el debate entre los cigarrillos tradicionales y los cigarrillos electrónicos es un tema candente. Mucha gente ve el vapeo como una opción más segura, pero ¿hasta qué punto es cierta esa afirmación? Tanto los cigarrillos electrónicos como los tradicionales plantean riesgos para la salud, pero las investigaciones actuales sugieren en general que los cigarrillos tradicionales son más perjudiciales. Sin embargo, los cigarrillos electrónicos distan mucho de ser inocuos, y aún se está estudiando todo su impacto.
Desglosemos la comparación para ayudarle a comprender los riesgos que entraña cada una.
Sustancias nocivas: ¿Qué contienen?
La principal diferencia de riesgo radica en lo que se inhala.
Cigarrillos tradicionales
Cuando se enciende un cigarrillo, el tabaco encendido genera más de 7.000 sustancias químicas. Al menos 69 de ellas son carcinógenos conocidos, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos y las nitrosaminas. Este humo también contiene alquitrán y monóxido de carbono, que causan daños importantes en los sistemas respiratorio y cardiovascular.
Cigarrillos electrónicos
Los cigarrillos electrónicos no queman tabaco. En lugar de ello, calientan un líquido (e-líquido o zumo de vapeo) hasta convertirlo en un aerosol que se inhala. Este líquido suele contener nicotina, propilenglicol, glicerina y diversos aromas. Aunque esto parece más seguro, el proceso de calentamiento puede crear aldehídos tóxicos como el formaldehído y el acetaldehído. Algunos dispositivos también pueden liberar metales pesados como el níquel y el cromo, que plantean sus propios riesgos potenciales para la salud.
Nuestro veredicto: Aunque el aerosol de los cigarrillos electrónicos contiene sustancias tóxicas, el número y la cantidad de carcinógenos suelen ser menores que en el humo de los cigarrillos.
Impacto en el sistema respiratorio
Tus pulmones están en primera línea cuando se trata de fumar y vapear.
Cigarrillos tradicionales
El alquitrán y las partículas del humo de los cigarrillos irritan directamente las vías respiratorias. El tabaquismo prolongado es una de las principales causas de afecciones graves como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer de pulmón, ya que provoca graves daños en el revestimiento de las vías respiratorias.
Cigarrillos electrónicos
El aerosol del vape también puede irritar el sistema respiratorio, provocando síntomas como tos y dificultad para respirar. Algunos estudios sugieren que su uso prolongado puede provocar un deterioro de la función pulmonar. Sin embargo, el consenso general es que los daños a largo plazo del vapeo en el sistema respiratorio son menos graves que los de fumar cigarrillos tradicionales.
Nuestro veredicto: Los cigarrillos causan daños más directos y graves en los pulmones, pero el vapeo no está exento de riesgos para la salud respiratoria.
Efectos en el sistema cardiovascular
El corazón y los vasos sanguíneos también se ven afectados significativamente por ambos hábitos.
Cigarrillos tradicionales
Las sustancias químicas nocivas de los cigarrillos provocan la constricción de los vasos sanguíneos y aumentan la viscosidad de la sangre. Esto favorece la acumulación de placa en las arterias (aterosclerosis), lo que aumenta drásticamente el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. La relación es clara y el peligro grave.
Cigarrillos electrónicos
La nicotina, presente en ambos productos, aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Aunque son factores de riesgo de cardiopatías, la nicotina es sólo uno de los muchos culpables de los cigarrillos. Las pruebas de los daños cardiovasculares a largo plazo de los cigarrillos electrónicos no son tan amplias como las de los cigarrillos tradicionales.
Nuestro veredicto: Los cigarrillos tradicionales suponen un riesgo más definido y grave para el sistema cardiovascular debido a la combinación de miles de sustancias químicas nocivas.
Adicción y abandono del tabaco
Ambos productos contienen nicotina, una sustancia altamente adictiva. Esto hace que dejar de fumar sea un gran reto. Algunas personas recurren a los cigarrillos electrónicos como herramienta para dejar de fumar, pero esto puede ser un arma de doble filo.
Según los CDC, el 58,8% de los consumidores adultos de cigarrillos electrónicos también siguen fumando cigarrillos tradicionales. Este “doble uso” puede agravar los riesgos para la salud. Aunque el vapeo pueda parecer un paso hacia el abandono del tabaco, a menudo puede prolongar o incluso agravar la adicción a la nicotina.
Exposición pasiva
El humo y el vapor que exhalas afectan a las personas que te rodean.
Cigarrillos tradicionales
El humo ajeno de los cigarrillos contiene un cóctel de sustancias químicas tóxicas y es extremadamente peligroso, sobre todo para los niños y las mujeres embarazadas. No existe un nivel seguro de exposición al humo de segunda mano.
Cigarrillos electrónicos
El aerosol de los cigarrillos electrónicos también contiene nicotina y otras sustancias químicas. Aunque en general se considera menos nocivo que el humo de segunda mano, no está exento de riesgos. Aún se están investigando el alcance y la gravedad de su peligrosidad.
Nuestro veredicto: El humo ajeno de los cigarrillos es mucho más peligroso, pero el aerosol de los cigarrillos electrónicos no es inocuo para los transeúntes.
La opción más saludable
Los cigarrillos electrónicos no deben considerarse una “alternativa saludable” al tabaco. Aunque pueden ser menos perjudiciales que los cigarrillos tradicionales en algunos aspectos, siguen dañando los sistemas respiratorio y cardiovascular. Los riesgos son especialmente preocupantes para los jóvenes, ya que la nicotina puede dañar el desarrollo cerebral de los adolescentes y crear un fuerte riesgo de adicción.
En última instancia, tanto si elige los cigarrillos electrónicos como los cigarrillos tradicionales, está exponiendo su cuerpo a sustancias nocivas. La mejor opción para su salud es evitar ambos. Si es fumador, dejar de fumar es la forma más eficaz de proteger su bienestar.

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